En muchas ocasiones os hemos hablado de lo diferente que es
Etiopía por muchos motivos y en esta ocasión os vamos a explicar una
particularidad más. Los horarios y el calendario etíope.
El calendario etíope tiene la base en el calendario
copto, que a su vez tiene su origen en el calendario egipcio.
Este calendario empieza 7 años y 113 días más tarde que el calendario
gregoriano y tiene 13 meses, doce de 30 días y un mes de 5 días (6 días si es
año bisiesto).
El año nuevo en Etiopía se celebra el 11 de septiembre.
La celebración del año nuevo etíope, no se parece ni de lejos al
que celebra el resto del mundo. No solo porque se celebra en septiembre, sino
porque va casi siete años y medio por detrás del mundo.
Hoy Etiopía celebra la fiesta de Enkutatash -el regalo de las
joyas-, la cual marca el comienzo del Año Nuevo Etíope de 2014. También
coincide con el día de San Juan Bautista, uno de los santos más populares del
país, que se celebra el 1 del mes de mäskäräm, que es también el primero del
año.
La fiesta conmemora el final de la estación de lluvias y el
triunfo del sol, que vuelve a reinar sobre todo el país, provocando que se
llene de flores. Así, los campos floridos son la máxima expresión del Año
Nuevo, apareciendo en las típicas postales de felicitación que los etíopes se
intercambian entre sí.
En la víspera, los hombres encienden antorchas en sus hogares.
Entre las 3 y las 4 de la madrugada, acuden a los arroyos cercanos para lavarse
el cuerpo como símbolo de purificación, limpiando todo lo malo del año viejo.
Se hace tan temprano para evitar coincidir con la hora en que los pájaros bajan
a beber.
Por la mañana, se procede al sacrifico ritual de un pollo, una
oveja o una cabra, dependiendo del poder adquisitivo de cada familia. Con ello
se pretende ahuyentar a los malos espíritus que acosan a los hogares en el Año
Nuevo. Comen todos juntos familia y vecinos. En los hogares más supersticiosos
se prepara un pequeño banquete, a modo de sacrificio, para ahuyentar a los
espíritus relacionados con la enfermedad. La tarde transcurre en un tono
festivo, ya que los jóvenes van de casa en casa cantando y ofreciendo flores a
familiares y vecinos, al tiempo que se intercambian felicitaciones.
Otro nombre que recibe la fiesta es el de Enkutatash (እንቁጣጣሽ), ya que el
primer día del año coincidiría, según la tradición, con el retorno de la reina
de Saba desde Israel, cuando en sus entrañas portaba a Menelik, el primer y
legendario emperador etíope, cuyo padre era Salomón. Los habitantes del reino
celebraron su vuelta regalándole joyas y otros ricos presentes que son los que
le dan el nombre a la fiesta.
Para acabar, la fórmula que se emplea para felicitar el Año Nuevo
es Melkam Addis Amet (Feliz Año Nuevo), que se escribe de la siguiente manera
en caracteres ge’ez:
መልካም አዲስ አመት