


La dirección en la que caen las astillas de la demera tienen diferentes interpretaciones para los etíopes: suerte, buenas cosechas, prosperidad, o todo lo contrario; también piensan que si el fuego se extingue por la lluvia las cosas van a mejorar, se alejarán todos los males y entrarán en una nueva etapa de alegría y bienestar.

A lo largo de este día los fieles van al lugar de la Demera y las cenizas de la hoguera son empleadas para hacer la señal de la Cruz en sus frentes.
En estos días, todos tienen algo que comer, porque a los que no tienen nada la iglesia les ayuda.
Mientras arden las enormes hogueras del Meskel, nos acordamos de todas nuestras familias etíopes con el deseo y la esperanza de que las llamas quemen todo lo malo y a partir de hoy puedan tener un poco más de bienestar en esta época de dificultades que están pasando, nosotros desde aquí, les ayudaremos en todo lo que esté en nuestras manos.
