El 12 de septiembre, es un día especial en Etiopía pues se celebra el Año Nuevo etíope, el Enkutatash (Regalo de Joyas), que marca el primer día del año 2004 según el calendario Juliano, seguido en el país africano; comienza el mes Meskerem. El calendario juliano se atrasa por el utilizado en el resto del mundo en 7 años y 8 meses. El Año Nuevo coincide con la terminación de la temporada de las lluvias, cuando en Etiopia comienza la primavera. Los campos se cubren de flores amarillas (Adey Abeba - Bidens Macroptera), florecen en septiembre y octubre y son conocidas como “flores del Meskal” (engicha o enqwutatash). Las niñas recogen estas flores y se las regalan a sus madres, simbolizando el cierre de una mala experiencia y esperando la llegada de una época de prosperidad y buena suerte.
Se celebra en todos los pueblos del país desde hace miles de años, con cantos, bailes, intercambio de regalos, reparto de alimentos y comidas tradicionales (injera y wat) y por supuesto con mucha alegría, esperanza, buenos deseos y semillas que simbolizan los frutos que dará el próximo año.
Grupos de niñas recorren las casas cantando a cambio de galletas o de unos céntimos de birr. Por la noche se hacen hogueras enfrente de las casas (el chivo) para ahuyentar la mala suerte y las familias cantan en torno a ellas y saltan las llamas.
Pero, como siempre, para muchas familias el día de Año Nuevo, pasará como una noche más bajo la luz de las estrellas y sin nada que comer.
Hoy, desde España, nos acordamos especialmente de todas nuestras familias etíopes, y les deseamos un Feliz Año 2004.
Melkam Addis Amet